un poco de poesía cósmica... de nuestro maestro...
Alma dormida
un romperse equinoccios en veranos e inviernos
es el tiempo implacable que hace andar de la espera
y es tan sólo un destello de fulgores eternos
ese dulce capullo que se abrió en primavera.
pero al hombre no importan los fugaces destellos
ni ese pétalo humilde rebosante de vida.
no detiene su paso ni concibe que aquello
puede ser un mensaje para su alma dormida.
jubiloso acaricia con sus manos creadoras
los joyales que arranca de la dócil natura
y hace culto ostentoso de su sed ambiciosa.
el no escucha las lluvias ni las aves cantoras
no percibe en la vida su sagrada textura
ni el poema inefable que en su seno reposa
Alma dormida
un romperse equinoccios en veranos e inviernos
es el tiempo implacable que hace andar de la espera
y es tan sólo un destello de fulgores eternos
ese dulce capullo que se abrió en primavera.
pero al hombre no importan los fugaces destellos
ni ese pétalo humilde rebosante de vida.
no detiene su paso ni concibe que aquello
puede ser un mensaje para su alma dormida.
jubiloso acaricia con sus manos creadoras
los joyales que arranca de la dócil natura
y hace culto ostentoso de su sed ambiciosa.
el no escucha las lluvias ni las aves cantoras
no percibe en la vida su sagrada textura
ni el poema inefable que en su seno reposa
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